SE USA O SE PIERDE
Lo que no usamos, se deteriora, se pierde. Es particularmente sencillo confirmar este principio en nuestros propios cuerpos. Si decides pasar tres años en silla de ruedas por la única razón de que te gusta estar sentado, al termino de ese tiempo no podrás caminar. Si dejas de utilizar las piernas, te dejan de funcionar.
Lo mismo ocurre con las destrezas que hayas adquirido. Si dejas de tocar el piano un año, pierdes práctica. Si dejas de usar tu imaginación creativa, se evapora. Hemos sido creados para mantenernos involucrados en todas nuestras actividades. No dejes de practicar el arte de vivir.
Además, cuando luchas por ser mejor, te conviertes en una persona más valerosa. ¡Nadie adquiere valentía encerrándose en su recámara para hacer acopio de valor! Desarrollamos fuerza poniéndonos a prueba constantemente.
Las cosas no deben dejar de importarnos. Existe el peligro de que nuestra conciencia se desconecte. Si pensamos: "Nada tiene importancia", estamos buscando problemas. Las prisiones y los manicomios están llenos de individuos a quienes todo dejó de importarles; personas que se las han arreglado para desconectar sus sentimientos hasta que no les queda nada. Las cosas sí tienen importancia.
Necesitamos utilizar nuestra mente para mantenernos en forma. No hay razón por la que debiéramos ser cada vez menos capaces al paso de los años. Si seguimos usando nuestra capacidad mental al máximo, nuestra mente seguirá funcionando.
El mismo principio se aplica al dinero. El dinero es para gastarse. Necesita circular. Las personas que ganan mucho dinero reinvierten su capital, usan lo que poseen, corren riesgos. ¡Nadie se hace millonario juntando centavitos debajo de la cama!
SERENIDAD Y DESAPEGO
¿Has observado lo que sucede cuando te esfuerzas excesivamente por recordar algo, por pegarle a la pelota de cierto modo o por resolver un problema? Jamás obtienes los resultados deseados.
En cuanto a la búsqueda y solución de problemas, la mayor parte de las personas advierten que sus mayores éxitos ocurren cuando se hayan ocupadas en actividades que les hacen relajarse naturalmente. Por ello las grandes ideas brotan en la regadera, en la tina del baño, en la cama; sitios donde estamos relajados.
Para obtener el ángulo científico diremos que, al relajarnos, los ritmos mentales adquieren una modalidad más lenta, que nos hace mucho más capaces y creativos. En este estado los resultados llegan fácilmente. Al bañarte con agua caliente, te relajas de manera natural. Lo mismo sucede en la cama ¡ Por eso se te ocurren tantas cosas mientras duermes!
Por supuesto, el relajamiento físico es igualmente importante para desempeñarse al máximo. Al relajar el físico, todo el metabolismo se equilibra; baja la presión sanguínea, la respiración se hace profunda y apacible y los órganos internos funcionan armónicamente.
El mismo cuadro se repite a otras escalas. Logramos los mejores resultados en la vida cuando aprendemos a integrarnos al ritmo natural de las cosas. Esto significa encontrar ese equilibrio frágil y elusivo entre esfuerzo y relajamiento, entre apego y desapego ¡No es fácil lograrlo!
Una vez más dejemos que la Naturaleza nos oriente. Las aves y los animales trabajan, pero no lo hacen noche y día. Saben cuándo han hecho lo suficiente. ¡Trata de convencer a un gorrión de que trabaje horas extras! Los gorriones saben cuando hay que papar. También los osos, las ranas, los venados y las zarigüeyas. Los animales saben mucha cosas que nosotros solo entendemos a medias.
Incluso la tierra tiene que descansar de cuando en cuando. ¡Si no se lo permitimos, nos metemos en aprietos! A veces sucede que sembramos frijoles en el mismo terreno durante veintitrés años, atestamos la tierra de químicos para que siga produciendo, y después nos preguntamos por qué los frijoles saben peor que el fertilizante. Todo necesita descanso. Todas las cosas requieren de tiempo a fin de regenerarse, como la ola y la resaca.
Benjamín Hoff escribió un libro magnífico, El Tao de Pooh, en el que interpreta la filosofía oriental del "Tao" desde la óptica intuitiva de Pooh, el querido "osito bobo". Hoff sugiere que podemos aprender mucho de la filosofía simple, abierta, desembarazada de Winnie Pooh: "Mientras que Eyeore se agita, el cochinito titubea y la lechuza pontifica... Pooh simplemente ES".
Hoff escribe:
Cuando aprendemos a obrar según nuestra propia naturaleza interna y según las leyes que nos rodean, alcanzamos el nivel de Wu Wei. Entonces obramos conforme al orden natural de las cosas y operamos bajo el principio del esfuerzo mínimo. Puesto que el mundo natural sigue ese principio, éste es infalible. Los errores los hace o los imagina el hombre, esa criatura de cerebro sobrecargado que interfiriendo o afanándose exageradamente, se separa a sí mismos de la red de apoyo de las leyes naturales.
Nos encanta Pooh porque no se afana exageradamente. Vive el presente. Simplemente es.
ESTAR AGRADECIDO
Estar agradecido es reconocer el amor de Dios
en todo lo que nos ha dado, y nos ha dado todo.
Cada respiración es un regalo de su amor,
cada momento de existencia es un don, ya que
trae consigo una inmensa gracia de Él.
Por tanto, la gratitud no da nada por hecho,
nunca es indiferente, constantemente despierta
a una nueva maravilla y alaba
la bondad de Dios. La persona agradecida
sabe que Dios es bueno, o por haberlo oído
sino por experiencia. Eso marca toda la diferencia.
THOMAS MERTON
Estuvieron con ustedes:
Mary Tere y Karla