Hola buen día:
"Hoy vamos a hablar de la madurez para llevar una vida equilibrada".
OBJETIVO:
Saber en qué consiste la madurez y los obstáculos que interfieren en su desarrollo. Así como darnos cuenta que alcanzar la madurez es una lucha constante que nos ayudara a llevar una vida equilibrada.
Estos factores pueden variar en el trascurso de la vida de una persona llevando a esta de ser muy equilibrada y madura a un total caos, de desequilibrio y dolor.
Entendemos por madurez a la habilidad para adaptarse a las circunstancias y sacar de ellas el mayor provecho posible en beneficio propio y de los demás. Significa sostener buenas relaciones interpersonales, practicar una razonable autosuficiencia, tener objetivos realistas, ser discretos, saber diferenciar las cosas importantes de las secundarias, ser flexibles y emocionalmente estables.
Si con el paso de los años logramos acumular varias de estas características, habremos alcanzado la madurez que nos permita vivir rodeadas de afectos y ser y hacer felices a los que nos rodean.
El primer requisito en el proceso para alcanzar la madurez es eliminar el egoísmo.
Las señales de inmadurez se caracterizan por excesiva preocupación por uno mismo, por tener rencores y prejuicios, por tener rabietas, por los sentimientos de inferioridad que nos impiden actuar adecuadamente, por el exceso de preocupación que los demás tengan de nosotros, por la exagerada dependencia de los padres y de la familia, por las actitudes de rebeldía o enojo, por la fanfarronería, por el negativismo o críticas destructivas, por la permisividad hacia nuestros actos y por la falta de responsabilidad.
Cuando creemos que nosotros somos más importantes en la vida, dedicamos nuestra actividad para lograr nuestro bienestar y además exigimos que la vida de los demás gire a nuestro alrededor.
Cuando nos sentimos rencorosos o con prejuicios, es porque sólo pensamos en nosotros y no en los demás.
Los prejuicios son otra manifestación de inmadurez porque significa que no tenemos la capacidad de juzgar a las personas objetivamente y tenemos la tendencia a emitir juicios a la ligera.
Depender exageradamente de los demás implica también inmadurez porque significa que no somos capaces de tomar nuestras propias decisiones, ante el temor que estas sean incorrectas.
Todas las conductas negativas que enumeramos anteriormente además de perjudicar a los demás y a nosotros mismos, impide nuestro proceso de madurez. El proceso de maduración depende en gran parte de como reaccionamos ante las dificultades o desafíos de la vida. La persona inmadura ve exclusivamente las dificultades y presta poca atención a su propia reacción que es en realidad lo importante. Las dificultades pasan, pero los resultados de nuestra reacción se quedan, ya que cada reacción madura o inmadura, marca en nosotros el principio de un habito.
Para alcanzar una personalidad madura, es necesario repetir cada día los buenos hábitos que las favorezcan y suprimir aquellos que sean negativos e impiden nuestro desarrollo.
FILOSOFÍA DE LA VIDA...
... Creer en el espíritu del bien y en el espíritu del mal,
en la belleza y en la fealdad,
en la virtud y en el pecado,
en la lealtad y la traición,
creer en el infierno y en el cielo,
creer en la patria,
creer en Dios.
Crear cada día algo que sea nuevo aunque resulte más pequeño
que el casi impalpable granillo de las arenas oceánicas y que luego
parezca que se pierde como perfume, como lágrima, como suspiro.
Y esperar, siempre, con paciencia, con la fe teologal que se nos
inculco desde niños, con la que se nos alimenta a confiar en la
rehabilitación tras cada una de nuestras innumerables caídas; con
la seguridad de que las perpetuas esencias de los valores
profundamente humanos, la virtud, la belleza y la justicia, lleguen
un día a imperar sobre la Tierra...
Luis Araujo Valdivia
Estuvieron con ustedes:
Mary Tere y Karla
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