viernes, 27 de octubre de 2017

APRENDER DE LOS NIÑOS

Hola muy buenos días hoy vamos a continuar con el tema:

APRENDER DE LOS NIÑOS

Podemos aprender bastante de los niños. Casi todos tenemos la fortuna de conocer de cerca la magia de la niñez veinte o treinta años después de haber sido niños. Si nuestro hijos tienen niños, recibiremos aún más lecciones.

Parecería que muchos padres conciben el proceso de aprendizaje como una calle de un solo sentido. Pienso que les convendría dedicar más tiempo a aprender de sus niños, y menos a enseñarles.

Los niños saben pasarla bien, mucho más que la mayoría de los adultos. Los niños saben reír. No necesitan gran cosa para reírse. A veces no necesitan nada. Ellos ríen porque les agrada la sensación ¿Ya cubriste hoy tu cuota de risa?

Los niños son deliciosamente espontáneos. No analizan ni elucubran cosas. Simplemente se mantienen ocupados siendo ellos.

Los niños siempre viven fascinados. Son curiosos. Una piedra, un escarabajo o un charco, es una fuente de asombro para un niño. Todo es una experiencia nueva y emocionante. Los adultos nos desconectamos y ya no entendemos de rocas, insectos, charcos ni ratones. Aún podríamos aprender mucho de estas cosas, pero el problema es que, al llegar a la edad adulta, olvidamos cuán mágico es este planeta.


Los niños aceptan abiertamente. No tienen prejuicios. Les gustas rico o pobre, blanco o negro. Los niños no se escandalizan por ideas políticas o religiosas. A los niños no les preocupa demasiado bañarse o no bañarse. Te aceptan a ti. Aceptan las circunstancias hasta el día en que aprenden a no hacerlo. ¿Cuándo has oído a tus niños quejarse del clima? No lo hacen. Saben por intuición que tienen que adaptarse al curso de las cosas.

¿No es cierto que a todos petrifica y deleita la honestidad de los niños?: "¿Por qué estás tan viejo?", "¿Ya te vas a morir?", "¿Por qué le pegas a la mesa?", "El papá de Johnny siempre se ríe, ¿Por qué tu no?".

Los niños tienen una gran capacidad de recuperación psicológica y una enorme determinación. si quieren algo, no se dan por vencidos. Por eso los oímos insistir: "¿Me compras un helado?", "¡Quiero un helado!", a Johnny si le compran helado". Su perseverancia es digna de admirarse y soportarse. Si los vendedores de seguros se capacitaran en un jardín de niños, ¡probablemente el noventa y ocho por cierto no claudicarían en los primeros doce meses! Sencillamente, los niños perseveran.

Cuando aprendías a caminar, perseverabas en tu empeño una y otra vez. Te caías y te levantabas. Te ibas de bruces y volvías a incorporarte. ¡Al final aprendiste a caminar! ¿Aún posees ese tipo de determinación?

Como dije antes, la imaginación de los niños es enorme. Les permite aprender, retener y desarrollarse a toda prisa.


MANTENTE ACTIVO

El principio que denomino "Mantente activo" se relaciona con la ley de "usarlo o perderlo". La naturaleza nos ilustra claramente sobre lo que sucede cuando algo o alguien se estanca. Un río que deja de moverse, se pudre. Lo mismo ocurre a las personas que dejan de moverse, ya sea física o mentalmente.

Quienes practican deportes saben que, generalmente, el jugador que sale más lastimado es el que se queda estático. La gente de negocios saben lo mismo: detén tus actividades algún tiempo y te arruinas. Naturalmente, de cuando en cuando tendrás que parar un momento y recuperar el aliento, pero la moraleja es. "No dejes de moverte, expanderte y aprender".

Los barcos se conservan mejor si navegan que si permanecen en puerto. Lo mismo ocurre con los aeroplanos.

También nosotros viviremos una vida más larga y saludable si nos mantenemos "en servicio". 

Las estadísticas sobre longevidad muestran que las personas no viven mucho tiempo después de retirarse. Moraleja: "¡No te retires!". Si alguien te dice: "Tengo noventa y cuatro años y he trabajado toda mi vida" debes saber que por eso llegó a los noventa y cuatro: porque se mantuvo en actividad.


George Bernard Shaw ganó el Premio Nobel casi a los setenta años de edad. Benjamín Franklin produjo algunos de sus mejores escritos a los ochenta y cuatro. Pablo Picasso seguía pintando después de los ochenta.

Conocí a una señora en Adelaide, Australia del Sur, que nunca había practicado deporte. ¡A los setenta años de edad fundó un club de bádminton para personas mayores de sesenta! Ahora tiene ochenta y dos años y sigue jugando dos veces por semana.

Una ganancia adicional que nos brinda el hecho de mantenernos activos es que nos permite alejarnos de las preocupaciones. De esta manera evitaremos la temida "parálisis por análisis".




Fuimos creados para compartir 

en el amor de Dios

y la vida para la eternidad.

La experiencia de este amor

se manifiesta en nuestra respuesta 

de alabanza, culto y servicio,

es decir, amar a Dios 

con todo nuestro corazón,

con toda nuestra mente

y con toda nuestra voluntad.


SAN IGNACIO DE LOYOLA.




Estuvieron con ustedes:

                                      Mari Tere y Karla


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