miércoles, 28 de febrero de 2018

SIETE PECADOS CAPITALES

28/02/2018


Buen día los saluda Mary Tere de Vargas, hagamos un examen de conciencia en este tiempo de cuaresma, examinemos nuestro corazón y nuestra alma para tener cuidado que no tengamos pecados capitales por ahí escondidos, si fuese así acerquémonos a nuestro confesor.



SIETE PECADOS CAPITALES



-Riqueza sin trabajo. 
-Placer sin conciencia.
- Conocimiento sin carácter. 
-Negocios sin moral. 
-Ciencia sin amor a la humanidad. 
-Religiosidad sin sacrificios y...
-Política sin principios.

 Mahatma Gandhi

      A menudo una prueba de valor no consiste en morir, sino en vivir.
 
Vittorio Alfieri


No pretendas que las cosas ocurran como tú quieres. Desea, más bien, que se produzcan tal como se producen y serás feliz. 



LA CAPACIDAD DE CREER


      La capacidad de creer es la facultad humana más significativa y fundamental; y lo más importante de  un hombre es lo que cree profundamente sobre su ser. 

      Este aspecto lo hace lo que es; el que lo organiza y alimenta, el que lo mantiene caminando frente a las circunstancias adversas, el que le da resistencia y dirección. 

      Y si permite que la neutralidad, la confusión, la indiferencia o el escepticismo entren, la fuente de la vida cesará de fluir.  

Hugh Stevenson Tigner






Tú me llamas Maestro  y no me interrogas. 
Tú me llamas tu Luz y no me ves. 
Tú me llamas la Verdad y no crees en mí. 
Tú me llamas el Camino y no me sigues. 
Tú me llamas la Vida y no me deseas.      

                                             Inscripción en la Catedral de Lubeck








NO HAGAS SUPOSICIONES
(Tercer acuerdo "No hagas suposiciones" del libro "Los cuatro acuerdos" autor: Dr. Miguel Ruíz)



      El Tercer Acuerdo consiste en no hacer suposiciones:

      Tendemos a hacer suposiciones sobre todo.

      El problema es que, al hacerlo, creemos que lo que suponemos es cierto. Juraríamos que es real. Hacemos suposiciones sobre lo que los demás hacen o piensan - nos lo tomamos personalmente-, y después, los culpamos y reaccionamos enviando veneno emocional con nuestras palabras. Este es el motivo por el cual siempre que hacemos suposiciones, nos buscamos problemas. Hacemos una suposición, comprendemos las cosas mal, nos lo tomamos personalmente y acabamos haciendo un gran drama de nada.

      Toda la tristeza y los dramas que has experimentado tenían sus raíces en las suposiciones que hiciste y en las cosas que te tomaste personalmente. Concédete un momento para considerar la verdad de esta afirmación. Toda la cuestión del dominio entre los seres humanos gira alrededor de las suposiciones y el tomarse las cosas personalmente. Todo nuestro sueño del infierno se basa en ello.

      Producimos mucho veneno emocional haciendo suposiciones y tomándonoslas personalmente, porque, por lo general, empezamos a chismorrear a partir de nuestras suposiciones. Recuerda que chismorrear es nuestra forma de comunicarnos y enviarnos veneno los unos a los otros    en el sueño del infierno. Como tenemos miedo a pedir una aclaración, hacemos suposiciones y creemos que son ciertas; después, las defendemos e intentamos que sea otro el que no tenga razón. Siempre es mejor preguntar que hacer una suposición, porque las suposiciones crean sufrimiento. 


       El gran mitote de la mente humana crea un enorme caos que nos lleva a interpretar y entender mal todas las cosas. Sólo vemos lo que queremos ver y oímos lo que queremos oír. No percibimos las cosas tal como son. Tenemos la costumbre de soñar sin basarnos en la realidad. Literalmente, inventamos las cosas en nuestra imaginación. Como no entendemos algo, hacemos una suposición sobre su significado, y cuando la verdad aparece, la burbuja de nuestro sueño estalla y descubrimos que no era en absoluto lo que nosotros creíamos. 

      Un ejemplo: Andas por el paseo y ves a una persona que te gusta. Se vuelve hacia a ti, te sonríe y después se aleja. Sólo con esta experiencia puedes hacer muchas suposiciones. Con ella es posible crear toda una fantasía. Y tú verdaderamente quieres creerte la fantasía y convertirla en realidad. Empiezas a crear un sueño completo a partir de sus suposiciones, y puede que te lo creas: << Realmente le gusto>>. A partir de esto, en tu mente empieza una relación entera. Quizás, en tu mundo de fantasía, hasta llegues a casarte con esa persona. Pero la fantasía está en tu mente, en tu sueño personal. 

      Hacer suposiciones en nuestras relaciones significa buscarse problemas. A menudo, suponemos que nuestra pareja sabe lo que pensamos y que no es necesario que le digamos lo que queremos. Suponemos que hará lo que queremos porque nos conoce muy bien. Si no hace lo que creemos que debería hacer, nos sentimos realmente heridos y decimos: << Deberías haberlo sabido>>. 

      Otro ejemplo: Decides casarte y supones que tu pareja ve el matrimonio de la misma manera que tú. Después al vivir juntos, descubres que no es así. Esto crea muchos conflictos; sin embargo, no intentas clarificar tus sentimientos sobre el matrimonio. El marido regresa a casa del trabajo. La mujer está furiosa y el marido no sabe por qué. Quizá sea porque la mujer hizo una suposición. No le dice a su marido lo que quiere porque supone que él la conoce tan bien como que ya lo sabe, como si pudiese leer su mente. Se disgusta porque él no satisface sus expectativas. Hacer suposiciones en las relaciones conduce a muchas disputas, dificultades y malentendidos con las personas que supuestamente amamos. 

      En cualquier tipo de relación, podemos suponer que los demás saben lo que pensamos y que no es necesario que digamos lo que queremos. Harán lo que queremos porque nos conocen muy bien. Si no lo hacen, si no hacen lo que creemos que deberían hacer, nos sentimos heridos y pensamos: <<¿Cómo ha podido hacer eso? Debería haberlo sabido>>. Suponemos que la otra persona sabe lo que queremos. Creamos un drama completo porque hacemos esta suposición y después añadimos otras más encima de ella. 

     El funcionamiento de la mente humana es muy interesante. Necesitamos justificarlo, explicarlo y comprenderlo todo para sentirnos seguros. Tenemos millones de preguntas que precisan respuesta porque hay muchas cosas que la mente racional es incapaz de explicar. No importa si la respuesta es correcta o no; por sí sola, bastará para que nos sintamos seguros. Esta es la razón por la cual hacemos suposiciones. 

      Si los demás nos dicen algo, hacemos suposiciones, y si no nos dicen nada, también las hacemos para satisfacer nuestra necesidad de saber y remplazar la necesidad de comunicarnos. Incluso si oímos algo y no lo entendemos, hacemos suposiciones sobre lo que significa, y después, creemos en ellas. Hacemos todo tipo de suposiciones porque no tenemos el valor de preguntar. 

      La mayoría de las veces, hacemos nuestras suposiciones con gran rapidez y de una manera inconsciente, porque hemos establecido acuerdos para comunicarnos de esta forma. Hemos acordado que hacer preguntas es peligroso, y que la gente que nos ama debería saber qué queremos o cómo nos sentimos. Cuando creemos algo, suponemos que tenemos razón hasta el punto de llegar a destruir nuestras relaciones para defender nuestra posición. 









Observa atentamente tus emociones. 
No temas confrontarte con tu sufrimiento. 
Cuanto más lo rehúyas, más te perseguirá. 
Identifícalo, acéptalo y olvídalo. No vivas en 
el pasado, pero sé consciente de que está ahí
para enseñarte algo. Aprende la lección
y sigue adelante. Por mucho que hayas 
sufrido o sufras, piensa siempre que la
emoción y el sentimiento más fuerte
que existen en el Universo es el Amor. 





Abandono mi papel de victima
Y me responsabilizo de mi vida.







Se despide de ustedes Mary Tere de Vargas, que tengan excelente tarde. 

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