24/11/17
Hola buenas tardes les saluda Mary Tere espero estén teniendo una hermosa mañana.
ESPEJO
HUMEANTE
Hace
tres mil años había un ser humano, igual que tú y que yo, que vivía cerca de
una ciudad rodeada de montañas. Este ser humano estudiaba para convertirse en un
chamán, para aprender el conocimiento de sus ancestros, pero no estaba
totalmente de acuerdo con todo lo que aprendía. En su corazón sentía que debía
haber algo más.
Un día, mientras dormía en una cueva, soñó que veía su
propio cuerpo durmiendo. Salió de la cueva a una noche de luna llena. El cielo
estaba despejado y vio una infinidad de estrellas. Entonces, algo sucedió en su
interior que transformó su vida para siempre. Se miró las manos, sintió su
cuerpo y oyó su propia voz que decía: <<estoy hecho de luz; estoy hecho
de estrellas>>.
Miro al cielo y se dio cuenta de que no son las estrellas
las que la luz, sino que es la luz la que crea las estrellas. << Todo
está hecho de luz-dijo-, y el espacio de en medio no está vacio.>> Y supo
que todo lo que existe es un ser viviente, y que la luz es la mensajera de la
vida, porque está viva y contiene toda la información.
Entonces se dio cuenta de que, aunque estaba hecho de estrellas,
él no era esas estrellas. <<Estoy en medio de las estrellas>>,
pensó. Así que llamó a las estrellas el tonal y a la luz que había entre las
estrellas el nahual, y supo que lo que creaba la armonía y el espacio entre
ambos es la vida. Sin vida, el tonal y el nahual no existirían. La vida es la
fuerza de lo absoluto, lo supremo, la creadora de todas las cosas.
Esto es lo que descubrió: Todo lo que existe es una manifestación del ser viviente al que llamamos Dios. Todas las cosas son Dios. Y llegó a la conclusión de que la percepción humana es sólo luz que percibe luz. También se dio cuenta de que la materia es un espejo-todo es un espejo que refleja luz y crea imágenes de esa luz-, y el mundo de la ilusión, el sueño, es tan sólo como un humo que nos impide ver lo que realmente somos. <<Lo que realmente somos es puro amor, pura luz>>, dijo.
Este descubrimiento cambió su vida. Una vez supo lo que en
verdad era, miró a su alrededor y vio a otros seres humanos y al resto de la
naturaleza, y le asombró lo que vio. Se vio a sí mismo en todas las cosas: en
cada ser humano, en cada animal, en cada árbol, en el agua, en la lluvia, en
las nubes, en la tierra… Y vio que la vida mezclaba el tonal y el nahual de
distintas maneras para crear millones de manifestaciones de vida.
En esos instantes lo comprendió todo. Se sentía
entusiasmado y su corazón rebosaba paz. Estaba impaciente por revelar a su
gente lo que había descubierto. Pero no había palabras para explicarlo. Intentó
descubrirlo a los demás, pero no lo entendían. Vieron que había cambiado, que
algo muy bello irradiaba de sus ojos y de su voz. Comprobaron que ya no emitía
juicios sobre nada ni nadie. Ya no se parecía a nadie.
Él los comprendía muy bien a todos, pero a él nadie lo
comprendía. Creyeron que era una encarnación de Dios; al oírlo, él sonrió y
dijo: <<Es cierto. Soy Dios. Pero vosotros también lo sois. Todos somos
iguales. Somos imágenes de luz. Somos Dios.>>. Pero la gente seguía sin
entenderlo.
Había descubierto que era un espejo para los demás, un
espejo en el que podía verse a sí mismo. <<Cada uno es un espejo>>,
dijo. Se veía en todos, pero nadie se veía a sí mismo en él. Y comprendió que
todos soñaban pero sin tener conciencia de ello, sin saber lo que realmente
eran. No podían verse a ellos mismos en él porque había un muro de niebla o
humo entre los espejos. Y ese muro de niebla estaba construido por la interpretación
de las imágenes de luz; el sueño de los seres humanos.
Entonces supo que pronto olvidaría todo lo que había
aprendido. Quería acordarse de todas las visiones que había tenido, así que
decidió llamarse a sí mismo Espejo Humeante para recordar siempre que la
materia es un espejo y que el humo que hay en medio es lo que nos impide saber
qué somos. Y dijo: <<Soy Espejo Humeante porque me veo en todos vosotros.
Ese humo es el sueño, y el espejo eres tú, el soñador>>.
Tomado del libro los cuatro acuerdos del autor, Miguel Angel Ruíz M.
ALGUNOS HOMBRES TRIUNFAN
PORQUE ESTAN
DESTINADOS A ELLO;
PERO LA MAYOR PARTE
DE LOOS HOMBRES TRIUNFAN
PORQUE ESTAN RESUELTOS A ELLO
ZIG ZIGLAR
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