Hola buen día:
Hoy vamos a hablar de la violencia intrafamiliar y las consecuencias sociales.
El enojo es parte de la naturaleza, pero la violencia es una decisión equivocada que toman las personas que saben controlarse.
La experiencia nos dice que la falta de conocimiento acerca de la violencia familiar nos ha mantenido en la tolerancia y la aceptación de esta conducta. Muchas mujeres que la viven ni siquiera se dan cuenta del peligro que corren.
OBJETIVO: Sensibilizar a las personas sobre las situaciones que dispara la violencia familiar, así como ofrecer alternativas de solución. Aprender a identificar nuestra parte violenta para tratar de erradicarla de nuestras vidas.
La violencia intrafamiliar es toda conducta que se manifiesta en el abuso de poder y control que ejerce el más fuerte sobre el más débil dentro de la familia, poniendo en peligro su integridad física o emocional.
Curiosamente se ha comprobado que los hijos de una pareja en donde se vive la violencia familiar, son propensos a practicarla cuando forman su propia familia.
Hay varios tipos de violencia:
La violencia emocional:
Este tipo de violencia se presenta con muchas variante como: intimidación o amenazas de golpes, de muerte, de maltrato a los hijos, de matar a la familia política, de hacerle escándalos en el trabajo, de no darle dinero para la manutención de la familia, privarla de su libertad, etc. Estas amenazas de tipo emocional son las mas frecuentes en el hogar y se llevan a cabo usando cualquier tipo de insulto, malas palabras, amenazas o silencios. Todo esto lastima emocionalmente a la persona ofendida, hiere sus sentimientos, destroza el corazón, la humilla pues atropella su dignidad y le disminuye su autoestima. Vivir en un ambiente de violencia verbal constante puede destruir emocionalmente a una persona y deprimirla al grado de desear morir.
La violencia emocional también se presenta con la modalidad de culpa, es decir, se culpa al otro/a de todo lo negativo que ha ocurrido, y esto es un ataque velado, pero también destructivo.
La violencia física:
Se manifiesta con golpes, patadas, empujones, cintarazos, cachetadas, tirones de cabello, nalgadas, coscorrones, pellizcos y todo lo que lastime el cuerpo, si esto es en forma grave o frecuente puede causar hasta la muerte.
La violencia sexual:
Es obligar a alguna persona a hacer algún acto de tipo sexual que ella no quiera hacer. Este tipo de violencia va desde el engaño y el acoso, hasta la violación. Puede darse en el noviazgo, en el matrimonio, en el trabajo y hasta en la familia.
La violencia patrimonial:
Este tipo de violencia es la presión económica que la pareja ejerce sobre el cónyuge que no trabaja o que gana menos sueldo. Consiste en la amenaza de retirarle el dinero del gasto, de quitarle los hijos, de no dejar que trabaje, etc. En el caso de la mujer que está divorciada, la amenaza de retirarle la pensión alimenticia.
La negligencia:
Consiste en el descuido de las necesidades físicas, emocionales e intelectuales del cónyuge o de los hijos.
La violencia tiene un ciclo que consta de tres fases:
Primera fase: Consiste en el aumento de a tensión, discusiones, acusar a la pareja de culpas que son frecuentemente imaginarias, etc. Aparece entonces el deseo de controlar a la otra persona con relación a su manera de vestir, sus amistades o control en el aspecto económico.
Segunda fase: Se manifiesta con pleitos, gritos, golpes, amenazas, abuso emocional y/o sexual o físico. No es necesario que estén presentes todas estas situaciones, con solo uno de estos factores, ya estamos en la segunda fase.
Tercera fase: Es aquella en la que el agresor niega el abuso o pide perdón, promete no volver la falta y reina la tranquilidad. Parece una segunda luna de miel. El agresor se siente culpable, tiene miedo de perder el control sobre la pareja y dice: "No fue mi intensión lastimarte, pero tu tienes la culpa por no hacer las cosas como yo te digo. Por favor perdóname, no lo vuelvo a hacer".
Lo más triste de todo es que está situación es repetitiva y de que siempre hay testigos mudos que son los hijos que están aprendiendo que el más fuerte es el que gana y que la violencia es la única manera de resolver los problemas. Por eso debemos buscar alternativas pacíficas, es decir, acudir a organizaciones privadas o públicas que nos ayuden a solucionar nuestros problemas.
Pasos para desalentar la violencia
Hay ciertos pasos a seguir cuando nos enfrentamos a la violencia y que nos pueden ayudar a controlarla.
1. Identificar el problema: Consiste en describir el escenario y las personas involucradas en la situación.
2. Identificar diferencias de opinión: Mi esposo y yo tenemos pleitos frecuentes por motivo del dinero. Sus necesidades y las mías son diferentes, yo quiero comprarle ropa a los niños y el quiere gastar el dinero en irnos de vacaciones a nuestro pueblo.
3. Clarificar mis necesidades: Expresar clara mente cuál es la actitud que me produce la molestia, clarificar sentimientos (coraje, frustración, tristeza) y hacerme responsable de lo que siento. Especificar qué es lo que se solicita que el otro cambie o aclare.
4.Negociar: Es establecer un diálogo; escuchar al otro implica oírlo sin hacer críticas, comentarios o interpretar lo que yo creo que el otro dice o piensa; es ceder cada quien en algunos aspectos por el bien de todos.
5. Expresar lo que se siente y decirlo con claridad y calma: Si consideras que no eres capaz de manejar tus emociones en este momento, vale la pena también aclararlo y pedir tiempo para reflexionar.
Es importante aclarar que en el proceso de una negociación:
- Se vale estar enojado.
-Se vale expresar sentimientos, pero en forma razonable.
- Se vale no estar de acuerdo.
- Lo importante en este tipo de negociaciones es que ambas pares ganen.
- También pueden quedar en desacuerdo respetuoso, sin dañarse ninguna de las partes.
En este tipo de negociaciones se puede usar lo que llamamos el "mensaje yo", que parte siempre de identificar los sentimientos y expresar las necesidades propias ofreciendo soluciones.
Proceso:
a) Se describe la situación o conducta.
b) Se expresa el sentimiento o la necesidad.
c) Se ofrecen soluciones.
Lo que no se vale en una negociación:
°Juzgar los sentimientos del otro.
°Dirigirse al otro con sobre nombre o apodos.
°Hablar del pasado.
°Echar la culpa al otro.
°Humillar.
°Gritar.
°No escuchar.
°Vengarse.
°No hacerse responsable.
°Comparar.
°Manipular.
°Amenazar.
°Menospreciar.
°Buscar excusas.
°Ignorar.
°Insultar.
°Hostigar.
Una Súplica
Señor, dame...
Vida
para ver crecer a mis hijos.
Paciencia
para enseñarles sin someterlos
Sabiduría
para que mis actos no los perjudiquen.
Amor
para acompañarlos en su camino.
Fe
para alentarlos.
Valor
para aceptar lo que elijan.
Da, hasta que duela.
Madre Teresa de Calcuta.
Estuvieron con ustedes:
Mary Tere y Karla
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