Hola buen día, los saluda Marytere de Vargas..
La alegría y serenidad de vivir,
se conservan a través de nuestro niño interno
con las acciones rectas y transparentes
de nuestra vida...
ABRE EL LIBRO DE LOS SECRETOS
Lo que más anhelamos en la vida no es comida, dinero, éxito, posición, seguridad o sexo; ni siquiera el amor del sexo opuesto. Una y otra vez conseguimos estas cosas y terminamos sintiéndonos insatisfechos, en ocasiones más de lo que estábamos al principio. Lo que más anhelamos es un secreto que se revela solo cuando estamos dispuestos a descubrir una parte oculta de nuestro ser. En las antiguas tradiciones sapienciales, este empeño se comparó con la recolección de la más hermosa perla, una manera poética de expresar que debemos nadar bajo las aguas superficiales, sumergirnos en nuestro ser y buscar pacientemente esa perla invaluable.
La perla también recibe el nombre de esencia, hálito de Dios, agua de vida o néctar sagrado, lo que con la trivialidad propia de la era científica llamamos "transformación". Transformación significa cambio radical de forma, como cuando la oruga se transmuta en mariposa. En el ámbito humano significa convertir temor, agresión, duda, inseguridad, odio y vacío en sus opuestos. ¿esto es posible? Lo indudable es que el anhelo secreto que carcome nuestra alma es totalmente ajeno a cuestiones externas como dinero, posición o seguridad; nuestro ser interior reclama un significado, el final del sufrimiento y respuestas a enigmas como amor, muerte, Dios, alma, bien y mal. Una vida superficial jamás responderá a estas preguntas ni satisfará las necesidades que las suscitan.
La única manera de satisfacer el anhelo más profundo es encontrando nuestras dimensiones ocultas.
Cabría esperar que este anhelo de conocimientos hubiera desaparecido con el nacimiento de la ciencia, pero en realidad se ha fortalecido. No hay más "hechos" por descubrir sobre las dimensiones ocultas de la vida. Es ocioso analizar más tomografías de pacientes durante "experiencias cercanas a la muerte" o resonancias magnéticas de yoguis en meditación profunda. Esa fase de experimentación ha cumplido su cometido: sabemos que adonde vaya la conciencia, allá irá el cerebro. Las neuronas son capaces de registrar las experiencias espirituales más elevadas. Pero de alguna manera, sabemos menos que nuestros antepasados sobre el misterio de la vida.
Vivimos en la era del cerebro superior, esa corteza que creció desmedidamente en los milenios recientes y eclipsó al cerebro inferior instintivo. También se le llama "cerebro nuevo", en contraposición al que imperó sobre los seres humanos durante millones de años y sigue haciéndolo en la mayoría de los seres vivos. El cerebro antiguo no puede concebir ideas ni leer, pero tiene el poder de sentir y, sobre todo, de ser. Fue gracias a él que nuestros antepasados percibieron la cercanía de una presencia misteriosa en la naturaleza.
Esa presencia, que habita cada partícula de la creación, inunda también tu vida. Eres un libro de secretos que espera ser abierto, aunque probablemente te concibas de manera muy distinta: en la vida cotidiana eres trabajador, padre, madre, esposo o esposa, un cliente que "peina" el centro comercial en busca de algo nuevo, o un miembro del público que espera con impaciencia el siguiente espectáculo.
Cuando vives la verdad de la realidad única, todos los secretos se revelan sin esfuerzo ni lucha.
Todo se reduce a la proverbial elección entre separación o unidad. ¿Deseas sentirte fragmentado, en conflicto o desgarrado entre las fuerzas eternas de la luz y la oscuridad, o prefieres escapar de esto para acceder a la totalidad? Eres una criatura que actúa, piensa y siente; la espiritualidad funde estos tres elementos en una realidad única. El pensamiento no subyuga al sentimiento, y el sentimiento no se resiste tozudamente al cerebro superior; la acción ocurre cuando pensamiento y sentimiento dicen: "Esto es correcto". En realidad única experimentamos el flujo de la vida sin obstáculos ni resistencia; en ella, inspiración, amor, verdad, belleza y sabiduría, y la superficie de la vida es sólo un disfraz de mil máscaras que oculta la realidad. Hace mil años, esta afirmación no hubiera encontrado oposición; todos aceptaban que el espíritu era la autentica fuente de la vida. Ahora debemos ver el misterio de la existencia con nuevos ojos, pues como hijos orgullosos de la ciencia y la razón, hemos quedado huérfanos de sabiduría.
El libro de los secretos tiene dos objetivos: primero, persuadirte de que hay un misterio en las dimensiones ocultas de la vida; segundo, inspirarte la pasión y dedicación necesarias para descubrirlas. No pospongas este proyecto hasta que te sientas listo; estuviste listo desde el día que dejaste de preguntar quien eres y por qué estás aquí. Por desgracia, la mayoría rechazamos miles de experiencias que podrían hacer de la transformación una realidad. Si no fuera por el empeño que ponemos en la negación, la depresión y la duda, nuestra vida sería una revelación constante.
En la última instancia, debes convencerte de que tu vida es digna de analizarse con pasión y compromiso totales. Fueron muchas las decisiones que mantuvieron cerrado el libro de los secretos, pero basta un segundo para abrirlo de nuevo.
Yo entiendo de manera literal las palabras del nuevo testamento: "pide y recibirás, toca y la puerta se abrirá". Es así de simple. Conocerás todos los secretos de la vida cuando digas sinceramente: "Debo saber, no puedo esperar un minuto más". Buda bajo el árbol Bodhi y Jesús luchando con los demonios en el desierto simbolizan el mismo drama del alma que revivimos al nacer. Ten esto por seguro: eres el ser más importante del mundo pues en el plano del alma, tú eres el mundo. El derecho de saber es tuyo. Tu siguiente pensamiento, sentimiento o acción puede revelar la sabiduría espiritual más profunda, que fluye tan pura y libre como los ríos primaverales en las montañas. No basta lo que hemos aprendido, pero es imposible que los secretos se mantengan ocultos por siempre.
LO QUE SABEMOS
La vida es demasiado compleja para describirse en términos simples; sin embargo sabemos mucho acerca de ella.
Primero, la vida viene de la vida. Cuando regresamos al principio, nos enfrentamos con Dios, quien es vida. En Él estuvo la vida, y la vida fue la luz del hombre.
Segundo, sabemos que Dios está ansioso de impartirnos su vida, ya que Dios es amor, y el amor busca enriquecer y compartir con otros.
Tercero, la vida es creativa. Los animales dejan este mundo como lo encontraron, el hombre realiza grandes cambios, porque mucho de Dios está en Él. Junto con Dios, es nuestro privilegio hacer un nuevo mundo.
Cuatro, la vida crece. Todas las actividades del hombre se desarrollan haciendo la vida más completa y con más significado.
Cuando recibimos a Dios, venimos a ser co-creadores. Quizás el cielo es nuestra oportunidad de seguir por siempre creciendo más y más, como Dios.
Quinto, al nacer somos candidatos para toda la vida. Poseemos dentro de nosotros las posibilidades, y tenemos a Dios dispuesto a trabajar con nosotros.
Al cooperar con Él que es vida, tenemos vida y podemos vivirla, gozarla y engendrar vida.
J. J. Rives
Puedes creer en Cristo, Buda, Alá, Jehová o Shiva;
¡lo importante es creer!
Roger Patrón Luján
A veces para seguir avanzando es necesario
Sacar de nuestra vida aquellas experiencias
o personas que ya no nos aportan nada
o que incluso entorpecen nuestro camino.
Cuando nos comprometemos con el cambio
Positivo, con un propósito superior, nos
Vemos obligados a soltar lastre. Personas,
Cuando nos comprometemos con el cambio
Positivo, con un propósito superior, nos
Vemos obligados a soltar lastre. Personas,
Situaciones o actitudes que en otros tiempos
Nos fueron útiles ya no lo son. Revisa
Tus relaciones y no te aferres a ellas.
Las personas que hay en tu vida en estos
Momentos no necesariamente han
De seguir tus pasos, pero tampoco frenarlos.
Déjalas ir con amor y sin rencor.
Cuanto más positivo es mi pensamiento,
mayor capacidad tengo de adaptarme
a las circunstancias
Se despide de ustedes Mary Tere de Vargas, deseándoles excelente tarde y que además terminen el rompecabezas de su vida...